Tras una visita de D. Manuel Llorca al Museo Nacional Del Ferrocarril de Madrid en Abril de 2003, él mismo tiene la idea de montar en la Plaza Del Trenet de Benicàssim un vagón cafetería como el que hay allí mismo en el museo de Madrid Delicias.
En mayo de ese mismo año comienzan las negociaciones para conseguir el vagón. La asociación comienza a mover sus contactos en la Fundación De Los Ferrocarriles Españoles para ver la forma de abordar el tema y traer un vagón hasta aquí.
La respuesta es desalentadora, pues nos dicen que es difícil porque todo el material viejo se lo queda la empresa ENFESA, que es de RENFE, y que se dedica a enajenar todo lo que RENFE ya no utiliza. Tras conseguir hablar con la directora de ENFESA, ella nos dice que todo el material esta muy mal, y que apenas hay material en un estado medianamente aceptable.
Tras el primer fracaso toma las riendas el Concejal de Deportes D. Manuel Gual, que entra en conversaciones con la Diputación de Castellón. Desde allí se vuelve a gestionar el asunto pero de forma oficial, con carta al Sr. Corsini por entonces presidente de RENFE, firmada por el presidente de la Diputación. Desde ese momento ya eran todo facilidades y nos envían una lista de más de treinta vagones que podían estar todavía en buen estado para nuestro cometido. El único requisito era que había que ir a la estación de los Prados, en Málaga, para escoger el vagón en un día laborable y sin mucha demora, pues estaban esperando a la brigada de desguace.
Visto esto, estábamos ya en Septiembre de 2003. La única fecha que se podía elegir y que fuese laborable en Málaga y fiesta en Castellón era el 9 de Octubre. Contactamos con el encargado de los vagones en Málaga para confirmar que estaría allí en esa fecha, para asegurarnos de que cuando llegásemos coincidiésemos con el pues tampoco era seguro que estuviese allí todos los días. Aclarado esto, el día 8 de octubre sacamos los billetes y nos fuimos Eugenio Burriel y Luis Sales en el TALGO nocturno para llegar por la mañana a Málaga.
Una vez allí, aconsejados por el encargado de los vagones, elegimos el coche que estaba mejor. Él mismo nos dijo que le querían quitar los ejes porque estaban en muy buen estado de uso, y gracias a esto mismo se hicieron las gestiones oportunas para que el vagón viniese rodando remolcado hasta Castellón por vía. Para ello sólo tenía que pasar una revisión allí mismo, dado que en esa misma estación hay un departamento de revisión de material rodante (algo así como una ITV para trenes). Las gestiones para traer el vagón por vía se hicieron desde la Diputación Provincial de Castellón a través de un gran aficionado y nieto de ferroviario, don Eduardo Fernández.
Moviendo sus contactos, logró que viniese desde Málaga a Valencia remolcado sin costes.
En mayo de 2004 hubo que pagar una módica cantidad para que apareciera el la estación de Las Palmas sobre las 9 de la mañana remolcado por una locomotora 319.2 retales. Después de hacer el cambio de sentido, el corto convoy se dirigió al puerto de Castellón, último destino del vagón por vía férrea.
Una vez estacionado en el puerto de Castellón, se quedó en el muelle trasversal hasta Febrero de 2006, fecha en que por fin se separó de su vía y se trasladó hasta su ubicación actual en la Plaza Del Trenet de Benicàssim.
El traslado se efectuó con un camión de transportes especiales. Dada la longitud del vagón, el transporte causó muchos problemas de tráfico, pero todo se pudo resolver satisfactoriamente.
El traslado duró toda la mañana, desde las 8 hasta las 14.30 horas en que se quedó de nuevo encarrilado esta vez ya en la Plaza del Trenet en un corto tramo de vía no más largo que el propio vagón.
Tras adecentarlo (dada su ubicación hasta ese momento, los dos años que estuvo en el puerto lo deterioraron un poco), se repintó el techo y se arreglaron los cristales que le rompieron los vándalos de turno. Durante el viaje se montaron los dos cristales que venían desmontados desde Málaga para poder sacar el mobiliario interior ya que el vagón venia vacío desde allí.
A finales del verano de 2010, el coche 12002 fue adecentado de nuevo, pintándolo de verde para eliminar los numerosos e indeseados grafiti que presentaba.